La compañía Holandesa Plant-e está desarrollando un sistema que convertiría un cultivo de arroz o cualquier otro tipo de cultivo sumergido, en una fuente limpia de energía.
Plant-e se encuentra en fase de desarrollo y actualmente con una instalación de cien metros cuadrados se podría llegar a cargar un móvil de última generación. El costo también es un problema ya que dicha instalación costaría entorno a los 50000€.
El sistema es muy sencillo tal como podéis ver en la foto. La materia orgánica que producen las plantas por la fotosíntesis sirve para alimentar microorganismos que liberan electrones, estos se recogen mediante electrodos de carbono produciendo así la electricidad.
El verdadero mérito es que se puede producir energía con una planta sin dañarla, la empresa espera en un futuro poder ampliar la potencia para que un cultivo de cien metros cuadrados pueda producir la potencia suficiente como para satisfacer la energía de un hogar.